Lun, 09 Dic 2024 12:40 PM

Curiosidades del triunfo de DeNA en la final

   Las Estrellas de DeNA derrotaron ayer domingo a los Halcones de SoftBank en el Estadio de Yokohama para ganar su primera Serie de Japón en 26 años y completar así una de las remontadas más extraordinarias que jamás se hayan visto en la historia de esa cita.

 

DeNA se convirtió en el 1er equipo de la Liga Central en clasificar 3ro y luego ganar la Serie de Japón

 

   Primero y principal, DeNA se convirtió en el primer club de la Liga Central en clasificar a la postemporada en el tercer lugar de la tabla y ganar luego la final. Los Marinos de Lotte ya lo habían logrado en la Liga del Pacífico en 2010, pero hasta ahora ningún conjunto de la Central había podido seguir sus pasos.

 

   Así mismo, su porcentaje de triunfos de .507 (cerró el año con marca de 71-69-3) es el más bajo de la historia para un campeón nacional. En comparación, el porcentaje de triunfos de Lotte en 2010 fue de .528 (75-67-2) y lo dejó a 2,5 juegos del primer lugar, mientras que DeNA quedó a 8 juegos del liderato este año.

 

   Por si eso fuera poco, el conjunto de Yokohama también se convirtió en el primer equipo de la NPB en sumar dos sequías de al menos 25 años entre títulos de la Serie de Japón, después de haberla ganado en 1960, 1998 y 2024. 

 

   Los Dragones de Chunichi podrían igualar esa hazaña si logran coronarse campeones nacionales en 2032, después de haber conquistado sus títulos anteriores en 1954 y 2007. Las Golondrinas de Yakult, los Búfalos de Orix y los Tigres de Hanshin también podrían sumarse al grupo, pero habrá que esperar mucho antes de que eso ocurra porque los 3 acaban de ganar sus coronas más recientes en los últimos 3 años.

 

   Otro punto importante a destacar es que el triunfo de DeNA este año representa una de las sorpresas más grandes en la historia de la Serie de Japón debido a lo modestos que fueron sus números de la temporada regular en comparación a los de SoftBank.

 

   El conjunto de Fukuoka superó al de Yokohama en WAR por nada menos que 24,2 puntos durante la campaña regular, lo que representa la ventaja más grande que se haya visto en ese departamento en una final. Sin embargo, eso no le impidió al segundo alzarse con la corona.

 

   Ya ha ocurrido en 3 ocasiones distintas (1958, 1986 y 1989) que un equipo que ganó los 3 primeros juegos de la Serie de Japón perdió luego los últimos 4 para quedarse sin trofeo, por lo que la victoria de DeNA en esta ocasión no es necesariamente la más inverosímil de la historia.

 

   No obstante, está claro que ha sido una de las más memorables de la cita, por lo que sin duda será recordada por mucho tiempo, especialmente por los fanáticos de Yokohama.

 

Namba es la 1era dueña mujer en ganar la Serie de Japón

 

   La dueña de las Estrellas de DeNA, Tomoko Namba, también se convirtió en la primera mujer dueña de un club de la NPB en ganar una final nacional y lo logró apenas 9 años después de haberse convertido en la primera mujer dueña de un equipo de la liga.

 

   El manager Daisuke Miura, por su parte, se convirtió en la vigésima persona en ganar la Serie de Japón como manager y jugador. Akinobu Okada lo hizo el año pasado con los Tigres de Hanshin y Satoshi Nakajima el año anterior con los Búfalos de Orix.

 

   Como si todo esto no fuera suficiente, DeNA logró otra hazaña interesante en esta Serie de Japón, luego de que los estadounidenses Anthony Kay y Andre Jackson se convirtieran en la primera dupla de lanzadores importados en ganar juegos consecutivos en una final nacional.

 

   Kay lanzó 7 ceros para comandar el triunfo de su equipo en el cuarto juego de la serie en el Pay Pay Dome de Fukuoka el miércoles y Jackson hizo lo propio al día siguiente, luego de sumar también 7 ceros ante SoftBank en ese mismo escenario.

 

   Su compatriota Joe Stanka ganó 2 juegos completos consecutivos para los Halcones de Nankai en la edición de 1964 y el también norteamericano Anthony Bass hizo lo propio en 2016, cuando ganó 2 veces seguidas en relevo. No obstante, en ambos casos los triunfos fueron logrados por el mismo lanzador.

   Así como DeNA estableció una serie de marcas positivas con su triunfo, SoftBank hizo lo propio desde el punto de vista negativo luego de protagonizar una de las peores debacles que jamás se hayan visto en el Clásico de Otoño nipón. 

 

   Primero y principal, volvió a perder una final en 6 juegos después de haber ganado los 2 primeros en calidad de visitante, como lo hizo en la Serie de Japón del año 2000 ante los Gigantes de Yomiuri, si bien en aquella ocasión era, en teoría, el conjunto más débil de la cita.

 

   Los Carpas de Hiroshima sufrieron una suerte similar en 2016, con la diferencia de que en aquella oportunidad ganaron los dos primeros desafíos en casa, no como visitantes. Algo muy parecido le ocurrió a los Tigres de Hanshin en 1962, quienes triunfaron en los dos primeros compromisos en casa, empataron el tercero y luego perdieron los 4 siguientes.

 

SoftBank pasó 29 entradas consecutivas sin anotar en esta final

 

   Luego está el hecho no menos desalentador de que SoftBank estableció un nuevo récord de entradas consecutivas en la Serie de Japón sin anotar carreras, luego de no poder cruzar el plato en 29 episodios en fila entre los juegos 3 y 6 de esta edición.

 

   La marca anterior de 26 innings seguidos sin anotar en una final la había registrado Yomiuri en la edición de 1958 ante los Halcones de Nankai, luego de no poder pisar la goma entre el segundo capítulo del quinto compromiso y el octavo episodio del séptimo.

 

   Igualmente embarazoso es el hecho de que SoftBank permitió 10 carreras o más en un juego de la Serie de Japón por primera vez desde la final de 1956, luego de perder el desafío de ayer en Yokohama con un marcador final de 11-2.

 

   En aquella ocasión, también ante Yomiuri, cayó derrotado 12-7 en el quinto encuentro, si bien eso no le importó mucho porque al final terminaría coronándose campeón al juego siguiente, en el que superó a su rival como visitante con pizarra final de 5-1.

 

   El hecho de haber llegado a esta Serie de Japón con la ventaja más grande de la historia en WAR sobre su rival (24,2 puntos) significa también que SoftBank desperdició la diferencia más amplia jamás vista en ese departamento en una final.

 

   El récord anterior había sido establecido por los Petirrojos de Shochiku en la primera edición de la serie en 1950, luego de haber llegado a la cita con una ventaja de 19,8 puntos en WAR, sólo para ceder la corona en 6 juegos a los Oriones de Mainichi.

 

   La ofensiva del conjunto de Fukuoka, que desapareció por completo en los últimos 4 juegos de esta serie, es sin duda la principal responsable de esta debacle, pero una gran parte de la culpa recae también sobre el manager Hiroki Kokubo, quien demostró una vez más no estar a la altura de su rol.

 

   Cuando estaba al mando de la selección nacional japonesa, por ejemplo, cayó eliminado en la semifinal de la edición inaugural del Torneo Premier 12 en 2015, a pesar de llegar a la apertura del noveno episodio con una ventaja de 3-0 sobre Corea del Sur.

 

Kokubo perdió la semifinal del Premier 12 2015 ante Corea del Sur

 

   El relevista que utilizó en ese momento se metió en problemas y se tardó tanto en cambiarlo que para el momento en que lo hizo el daño ya estaba hecho. Corea anotó 4 carreras en ese momento y terminó ganando el juego 4-3.

 

   Dos años más tarde sufrió una suerte similar en la semifinal del Clásico Mundial 2017 ante los Estados Unidos. En aquella ocasión no fue el relevo, sino su ofensiva la que se durmió y también su defensa, que al final cometió 2 errores que le costaron el juego.

 

   En el mismo primer encuentro de esta final, con ventaja de 5-0 en el marcador, dejó al mexicano Roberto Osuna sobre el montículo en el cierre del noveno episodio, a pesar de haber permitido 3 carreras y tener el empate en circulación. Afortunadamente, el sinaloense logró salvar el juego, pero ha podido perderlo.

 

   Daisuke Miura ya fue renovado para continuar como manager de DeNA el año que viene. Será interesante ver qué ocurre con Kokubo, quien no podrá darse el lujo de seguir perdiendo títulos en una organización tan comprometida con el éxito como SoftBank.