El cubano Alex Guerrero conectó ayer domingo su jonrón número 30 de la campaña para aumentar a 5 su ventaja en el liderato de ese departamento y acercarse cada vez más al título de la especialidad en la Liga Central.
Hasta ahora, sólo dos latinos han logrado coronarse campeones de esa categoría en el año de su debut en el circuito: el venezolano Roberto Petagine, quien sonó 44 estacazos en 1999, y el dominicano Tony Blanco, quien disparó 39 en 2009.
Con menos de 40 partidos restantes en el calendario y unos rivales inmediatos que no parecen contar con la fuerza suficiente como para superarlo en ese período, el título de máximo jonronero de la liga está prácticamente en las manos del antillano.
Después de un inicio muy incierto, el toletero de 30 años se ha recuperado de una forma tal que no sólo estableció una nueva marca de jonrones en juegos consecutivos para su equipo con 6, sino que además marcha con paso seguro al campeonato de esa categoría.
Su proyección actual para finales de año es de 40 vuelacercas, cifra que le permitiría superar el total de Blanco, pero no el de Petagine. De cualquier forma, no importa si queda detrás de ambos, lo realmente importante es que capture el codiciado premio.
El extraordinario debut de Petagine en 1999 resulta casi imposible de igualar y mucho menos de superar. En aquella ocasión, el criollo bateó para .325, con 44 cuadrangulares y 112 empujadas y además derrotó a Hideki Matsui, entonces la mayor figura de los Gigantes de Yomiuri, en su camino a coronarse campeón jonronero del circuito.
Por si eso fuera poco, quedó también líder de la Liga Central en boletos recibidos (116), porcentaje de bases alcanzadas (.469), porcentaje de slugging (.677) y OPS (1.146) y fue electo al Equipo Ideal del circuito en la primera base.
En comparación, Guerrero sólo llegaría a los 40 estacazos (si mantiene su ritmo actual) y a las 91 empujadas, cifras ambas que lo dejarían muy por detrás de Petagine, sin mencionar que su promedio ofensivo es 49 puntos inferior al de éste.
Blanco también tuvo un debut muy exitoso en la Liga Central en 2009, cuando bateó para .275 y fue campeón del circuito en jonrones (39), empujadas (110) y anotadas (87) y además fue electo al Equipo Ideal de la temporada como primera base.
Guerrero podría superarlo en vuelacercas, pero su proyección actual no le alcanza para sobrepasarlo en remolques o anotadas.
De cualquier forma, como ya lo mencionamos antes, no importa si termina el año con peores números que éstos, lo que sí será histórico es que conquiste el título de jonrones de la liga en su primera campaña en la misma.
La mesa está servida para que lo logre. Ya le sacó 5 estacazos de ventaja a sus más inmediatos perseguidores, quienes además no han podido igualarlo en consistencia hasta ahora, y se mantiene enviando la pelota a las gradas a un ritmo estable.
La racha de 9 partidos en fila sin irse para la calle que acaba de cortar ha sido la segunda más larga para él esta temporada, pero justo después de ponerle fin a la misma conectó jonrones en juegos consecutivos para recuperar su forma y continuar su camino al título.
Lo único que debe hacer para lograr la hazaña es mantener el mismo ritmo de juego que ha demostrado hasta ahora durante los 36 partidos que le faltan por disputar a su equipo para coronarse campeón.
Es posible, sin duda, que uno de sus perseguidores tenga un remate final extraordinario y logre superarlo en vuelacercas, pero eso parece poco probable.
Seiya Suzuki, el productivo jardinero de los Carpas de Hiroshima, está teniendo una gran campaña, pero es probable que se enfoque más en el título de empujadas (actualmente es el líder) y que además pierda un poco de motivación después de que su equipo se corone campeón de liga a principios de septiembre.
El curazoleño Wladimir Balentien está teniendo una impresionante segunda mitad de temporada, pero ya hace años que dejó de ser el temible toletero que impuso la actual marca de jonrones para una campaña de la NPB en 2013 con 60. Desde entonces lo máximo que ha podido conectar en un año son 31 cuadrangulares.
Si no ocurre ninguna sorpresa, Guerrero se unirá entonces a Petagine y Blanco como los únicos 3 latinos en coronarse campeones jonroneros de la Liga Central en el año de su debut en el circuito.
En la Liga del Pacífico, otros dos hispanos han logrado esa misma hazaña y ambos lo hicieron recientemente.
En 2013, el cubano de los Luchadores de Nippon Ham Michel Abreu capturó el título de estacazos del circuito con 31, dejando en el camino a su compañero de equipo Sho Nakata y al norteamericano Casey McGehee (ahora con Yomiuri), quienes dispararon 28 cada uno.
En 2014, el turno fue para el venezolano de los Leones de Seibu Ernesto Mejía, quien se quedó con el premio después de irse para la calle en 34 ocasiones a pesar de debutar un mes y medio después de comenzada la temporada.
El 15 de mayo, después de que su equipo ya había disputado sus primeros 38 encuentros del calendario, el espigado inicialista se fue para la calle en su primer turno al bate en la NPB y a partir de entonces no paró de enviar la pelota a las gradas hasta que terminó la campaña.
Al final, tuvo que compartir el premio con su compañero de equipo Takeya Nakamura, quien lo igualó en su último turno de la temporada, pero eso no le resta ningún mérito, especialmente después de haber debutado tarde.
Otros toleteros latinos de poder han logrado alzarse con el galardón en su segundo o tercer año en el circuito, como el venezolano Alex Cabrera, el panameño Fernando Seguignol y el cubano Orestes Destrade (segundo año) y el venezolano Alex Ramírez y el puertorriqueño Carlos Ponce (tercero).
Cabrera disparó 55 vuelacercas en 2002 para igualar el que en ese momento era el récord para una temporada en la NPB. Seguignol conectó 44 en 2004 y Destrade sonó 42 en 1990 para capturar la primera de sus 3 coronas consecutivas.
A la fecha de hoy, Destrade se mantiene como el único latino en haber capturado 3 títulos de jonrones en fila y también en general.
Ramírez se fue para la calle 40 veces en 2003 y compartió el liderato de la Liga Central con el norteamericano Tyrone Woods, mientras que Ponce envió la pelota a las gradas en 33 ocasiones en 1988.
Sin embargo, ninguno de esos 5 fructíferos toleteros logró completar la hazaña de capturar el título de jonrones de sus respectivos circuitos en su primera temporada en la liga.
Por lo tanto, el exclusivo grupo de hispanos que sí lo ha logrado se mantiene en 4: Petagine y Blanco en la Liga Central y Abreu y Mejía en la Liga del Pacífico.
Guerrero lo tiene todo a su favor para unírseles y convertirse en el tercer caribeño en hacer historia en la Liga Central. Lo único que debe hacer es mantener su nivel actual por 7 semanas más.
¿Lo logrará? Pronto lo averiguaremos.