Lun, 09 Dic 2024 11:48 AM

Zoilo Almonte, el JMV y el fallecimiento de Kinugasa

 

Almonte conecta su 4to cuadrangular de la campaña

 

   Las posibilidades del toletero dominicano Zoilo Almonte de obtener el premio al Jugador Más Valioso del mes en la Liga Central y el fallecimiento de la leyenda del béisbol japonés Sachio Kinugasa son los dos temas que más nos llaman la atención esta semana.

 

   A falta de una jornada para que termine el primer mes de la temporada 2018 de la NPB, el liderato de bateo que posee en este momento Almonte podría valerle la distinción al jugador más descatado de abril en su circuito.

 

   Otros candidatos poseen números generales más sólidos que los del jardinero caribeño, pero los cronistas deportivos japoneses siempre han favorecido al promedio ofensivo por encima de cualquier otra estadística a la hora de seleccionar al ganador de ese premio.

 

   Es por esto que, con un sólido promedio de .371 al momento de escribir estas líneas, Almonte se encuentra en una inmejorable posición para sumar el primer título individual de su carrera en el béisbol japonés.

 

   El receptor de los Gigantes de Yomiuri Seiji Kobayashi le sigue en la lista con un registro de .348 y el campo corto de ese mismo equipo Hayato Sakamoto ocupa el tercer lugar con una marca de .343, por lo que ninguno de los dos representa una amenaza para el primero.

 

Okamoto dispara su 5to vuelacercas del año

 

   Sin embargo, el jugador que sí podría arrebatarle el galardón es el inicialista de 21 años de Yomiuri Kazuma Okamoto, quien en su primera campaña como titular ha tenido un comienzo de temporada para el recuerdo.

 

   En este momento lidera la Liga Central en carreras empujadas con 21 y además es cuarto en jonrones con 5, segundo en dobles con 8, tercero en bases alcanzadas con 52 y sexto en promedio con .322.

 

   Si bien su promedio es 49 centésimas más bajo que el de Almonte, sí supera lo supera en jonrones (+1), dobles (+1), remolques (+5) y anotadas (+6), por lo que en principio su aporte ha sido más valioso para su equipo que el del dominicano.

 

   Sin embargo, Almonte tiene la ventaja en promedio (+49), hits (+4), porcentaje de bases alcanzadas (+32) y porcentaje de slugging (+6), por lo que sus credenciales para quedarse con los honores no son nada malas.

 

   El venezolano José Celestino López, que ha conectado al menos un hit en 17 de sus últimos 18 partidos, incluyendo 6 jonrones y 16 empujadas, es otro candidato que merece mucha consideración a la hora de seleccionar al ganador del trofeo.

 

   López no sólo está liderando la Liga Central en cuadrangulares (7), bases alcanzadas (53) y porcentaje de slugging (.589), sino que además es octavo en promedio (.311), cuarto en empujadas (18) y quinto en hits (28).

 

   Los números de Okamoto nos siguen pareciendo los más completos, pero los de López podrían dar la sorpresa. Ahora, si los votantes se mantienen fieles a su tradición de entregarle el premio al jugador con mejor promedio ofensivo, como casi siempre lo hacen, entonces Almonte debería quedarse con los honores.

 

   De obtenerlo, se convertiría en el primer latino en alzarse con el galardón desde que el cubano Dayán Viciedo, que es su compañero de equipo en Chunichi, lo hiciera en mayo de 2017. Así mismo, también se convertiría en el primer hispano en recibirlo en su primer mes en la NPB desde el propio Viciedo en abril de 2016.

 

   Los ganadores del premio en cada liga, incluyendo los lanzadores y los jugadores de posición, serán anunciados el próximo miércoles 9 de mayo.

 

   La triste noticia de la semana fue la desaparición física del “Hombre de hierro” de la NPB, Sachio Kinugasa, quien murió a los 71 años la noche del pasado lunes 23 de abril víctima de un cáncer de colon.

 

   La leyenda de los Carpas de Hiroshima y del béisbol japonés en general estuvo trabajando como comentarista de televisión hasta el mismo 19 de abril, cuando su voz sonó tan débil que los televidentes expresaron su preocupación por su salud a través de las redes sociales.

 

   A pesar de terminar su carrera de 23 temporadas con 504 jonrones, 2.453 hits, 1.448 empujadas y 266 robos, Kinugasa es mejor recordado por haber quebrado en junio de 1987 el récord de partidos disputados de manera consecutiva de Lou Gehrig.

 

   En aquel momento, el antesalista de Hiroshima superó la marca de 2.130 juegos que había establecido el famoso toletero de los Yanquis de Nueva York en 1939 y terminó imponiendo una nueva de 2.215 al retirarse a finales de esa misma campaña.

 

   Esa cifra se convirtió entonces en el nuevo récord mundial de la categoría y se mantuvo vigente hasta que Cal Ripken Jr. la superó en 1996, en su camino a establecer el registro actual de 2.632 partidos.

 

   Kinugasa viajó a los Estados Unidos en junio de 1996 para presenciar el momento en el que Ripken quebró su marca y desde entonces ambos jugadores establecieron una estrecha amistad que duró hasta la muerte del primero esta semana.

 

Ripken y Kinugasa trabajan juntos en una clínica de béisbol infantil en Japón

 

   El primero apareció regularmente en distintos eventos y clínicas de béisbol organizadas por el segundo en Maryland, Estados Unidos, y también estuvo presente cuando éste visitó Japón en 2011 para realizar varias clínicas de béisbol infantil.

 

   Kinugasa fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Central en 1984, fue electo 3 veces al Equipo Ideal del circuito (1975, 1980 y 1984), ganó 3 Guantes de Oro (1980, 1984 y 1986) y participó 17 veces en la Serie de las Estrellas de la NPB.

 

   Adicionalmente, fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol japonés en 1996 y se convirtió en 1987 en apenas el segundo pelotero en recibir el Premio Nacional del Honor, que reconoce los mayores logros del país en diversos campos, como los deportes, el entrenenimiento y las artes.

 

   Nacido en Kioto en 1947, Kinugasa fue criado por su madre japonesa, luego de que su padre, un soldado afroamericano que estuvo asignado por un tiempo a la base militar de su país en Okinawa, abandonó a la familia poco después de su nacimiento.

 

   Su mezcla racial lo convirtió en blanco de innumerables burlas durante su infancia, al punto de que sus compañeros de equipo tenían prohibido mencionar el tema y ninguna de las biografías que se han publicado de él menciona ese detalle de su vida.

 

   Sin embargo, el escritor norteamericano Robert Whiting menciona en su libro “You Gotta Have Wa” que uno de sus compañeros de equipo lo descubrió una noche estudiando inglés y le preguntó la razón de su interés por ese idioma.

 

   Éste le respondió que quería viajar a los Estados Unidos para buscar a su padre, a quien nunca había conocido. Su compañero entonces le respondió que si se convertía en el jugador número uno de Japón su padre sería el que vendría a visitarlo. Éste asintió con lágrimas en sus ojos.

 

   Kinugasa nunca llegó a conocer a su padre, pero al menos durante el verano de 1987 se convirtió, sin duda alguna, en el jugador número uno del béisbol japonés.

 

   Le recordarán en su ausencia su esposa Masako, su hija Riyo y su hijo Tomoaki, además de sus compañeros de equipo, sus rivales, los periodistas que tuvieron la fortuna de conocerlo y verlo jugar y los fanáticos del béisbol en general.