La NPB estableció una nueva marca de asistencia en 2018
La Liga Japonesa de Béisbol Profesional (NPB, por sus siglas en inglés) cerró este sábado su termporada regular imponiendo un nuevo récord de asistencia y además dándose el lujo de superar a las Grandes Ligas en promedio de espectadores por partido.
El circuito nipón registró en 2018 un promedio de 29.779 fanáticos por juego, mientras que su par norteamericano apenas llegó a 28.660. Se trata de una diferencia de más de 1.000 espectadores por encuentro y eso, sin duda, es impresionante.
En lo que se refiere a asistencia total, la MLB superó con claridad a la liga japonesa (69.671.272 espectadores vs 25.550.719), pero obviamente esa es una comparación injusta porque la primera posee 30 franquicias y disputa más juegos por año que la NPB.
Sin embargo, si proyectamos esos 25.550.719 de espectadores de la NPB a una liga de 30 clubes y 81 juegos como local, tal como ocurre en la MLB, entonces ese total asciende a 72.362.970, por lo que en teoría el circuito nipón tuvo una mejor asistencia en total este año.
Son varias las razones que explican este extraordinario éxito que ha registrado la NPB. Primero y principal, hay que darle crédito a quien más lo merece: los conjuntos japoneses han hecho un trabajo increíble en los últimos años atrayendo a los fanáticos a sus estadios.
Han realizado una infinidad de mejoras y remodelaciones a sus parques, han aumentado la cantidad y calidad de servicios que ofrecen a sus fanáticos y han hecho un esfuerzo increíble en tratar de conectarse con ellos a través de diversas campañas publicitarias, ingeniosas promociones especiales y su gran presencia en las redes sociales. Ellos son, sin duda, los principales responsables de lo que está ocurriendo.
Desde nuestro punto de vista, la clave de todo está en el renacimiento deportivo de los Carpas de Hiroshima, las Estrellas de DeNA y las Golondrinas de Yakult, los 3 clubes menos populares de la Liga Central.
Hiroshima y DeNA fueron por décadas los dos peores conjuntos del circuito y casi siempre terminaban la temporada en el penúltimo y último lugar de la tabla, por lo que sus fanáticos no se molestaban mucho por ir a ver sus juegos en vivo.
La asistencia de Yakult tiene años ascendiendo
Yakult tuvo un poco más de éxito en términos deportivos, pero su asistencia era tan precaria como la de los dos primeros. Sin embargo, cuando ganó el título de la Liga Central en 2015 y luego avanzó a la Serie de Japón, las cosas empezaron a cambiar. El interés de los fanáticos por el equipo aumentó y desde entonces ha continuado ascendiendo cada año.
Hiroshima tiene ya varios años superando los 2 millones de espectadores
Luego, en 2016, Hiroshima ganó el circuito por primera vez en 25 años y desde entonces no ha dejado de ser el campeón, por lo que ahora llena su estadio en todos y cada uno de los partidos que disputa en él.
DeNA ha estado llenado su estadio constantemente desde 2016
La asistencia de DeNA comenzó a mejorar en 2012 cuando esa compañía compró el equipo y prometió reconectarse con sus fanáticos, pero desde que en 2016 el club clasificó por primera vez en su historia a la postemporada los fanáticos no han dejado de abarrotar su parque.
Como consecuencia, Hiroshima supera ahora constantemente los 2 millones de espectadores cada campaña, DeNA llegó este año por primera vez a esa marca y Yakult quedó muy cerca de igualar esa hazaña al meter 1.927.822 fanáticos en su estadio.
En comparación, la asistencia total de esos 3 equipos en la temporada 2010 fue de 1.600.093, 1.246.967 y 1.314.271, respectivamente. Es decir, estamos hablando de un incremento de más de 2 millones de aficionados entre 2010 y 2018 sólo en lo que a esos 3 clubes se refiere.
La NPB, sin duda, cuenta con varias ventajas que también ayudan a mantener un alto nivel de asistencia a sus parques, si bien ninguna de ellas es responsable, por sí sola, del éxito que estamos presenciando en este momento.
La principal de esas razones es la fidelidad de los fanáticos japoneses, que suelen ir al parque a apoyar a sus equipos sin importar su rendimiento deportivo. Estén liderando la liga o estén dando pena sobre el terreno, sus fanáticos continuarán apoyándolos.
Como ya lo explicamos, esa suele ser una tendencia, pero está claro que no aplica siempre, como ya vimos que ocurrió con Hiroshima, DeNA y Yakult en 2010. Los fanáticos fieles tienen un límite, para llenar los estadios hay que jugar bien y ofrecer buenas promociones.
Otro dato importante es que los precios de las entradas a los parques japoneses son mucho más baratos que los de las Grandes Ligas. Los precios de las gradas de la mayoría de los equipos nipones oscilan entre 10 y 20 dólares, mientras que los precios de las tribunas oscilan entre 20 y 40 dólares.
Hay estadios, como el de los Carpas de Hiroshima, en los que las entradas más caras cuestan menos de 50 dólares. En comparación, el precio promedio de las entradas para un juego de MLB en 2018 fue de 76 dólares, con las entradas más caras superando los 1.000 dólares.
Una ventaja más con la que cuenta la NPB es que la mayoría de los fanáticos, y estamos hablando de algo así como el 90 por ciento de ellos, se trasladan a sus estadios en transporte público, especialmente en trenes cuyas estaciones quedan muy cerca de los mismos.
Eso les permite ahorrarse el costo del estacionamiento y el tráfico para entrar y salir de los mismos. En Norteamérica, el método de transporte más común para asistir a los estadios es el automóvil privado y los costos del estacionamiento suelen ser bien altos, lo que aumenta aún más los gastos para ir a ver un partido.
Algunos alegan que Japón lo tiene más fácil que la MLB porque no tiene que competir con otras ligas deportivas locales de gran envergadura, mientras que ésta debe medirse a la NFL, la NBA, la NHL y la MLS.
Si bien es cierto que la NPB no tiene un gran competidor deportivo local que amenace con robarle sus fanáticos, ese argumento carece de peso.
La NFL, sin duda, es la liga deportiva más popular de los Estados Unidos, pero su temporada va de septiembre a febrero y sus playoffs y la final ocurren en enero y febrero, cuando la MLB está descansando, de manera que la competencia entre ambas no es mucha.
La NBA y la NHL tienen un calendario casi idéntico que va de octubre, cuando la MLB se está terminando, a finales en junio, por lo que en estos casos la competencia sí es mayor, pero no mucho más que en el caso de la NFL. La MLB sigue teniendo un período de más o menos 4 meses en el que no tiene que medirse a ninguna de ellas.
La única liga que de verdad compite de principio a fin con la MLB es la MLS, pero los públicos de ambos deportes son tan distintos que prácticamente no se mezclan, por lo que resulta difícil alegar que una le esté robado fanáticos a la otra.
El problema de asistencia de la MLB tiene años gestionándose
Algo que sin duda alguna influyó en los resultados de asistencia que observamos este año es que la MLB perdió más de 3 millones de espectadores con respecto a 2017 y eso no hizo sino poner al descubierto una crisis que ya tenía años gestionándose.
Los más destacados periodistas deportivos de los Estados Unidos han estado siguiendo el tema con cuidado y siguen sin dar con una razón clara que explique lo que está ocurriendo.
Algunos apuntan al clima, que hizo estragos este año en Norteamérica, pero Japón también se vio azotado por varios tifones y terremotos este año y a pesar de todo la asistencia creció en comparación a 2017.
Lo más probable es que se trate del mismo problema que afectó a Japón hace 8 años. Varios de sus equipos atravesaban un momento de juego terrible y, para colmo, sus gerencias no estaban haciendo nada para atraer a sus fanáticos a sus estadios.
Los Marlins de Miami registraron la peor asistencia de la MLB en 2018
Eso es exactamente lo mismo que le ocurrió a los Marlins de Miami esta campaña. Su gerencia decidió deshacerse de sus mejores figuras y no se molestó por atender a sus fanáticos y el resultado fue que sólo 811 mil de ellos asistieron al estadio este año.
Un total de 14 clubes de la MLB terminaron la temporada 2018 con más derrotas que victorias y esa cifra representa casi la mitad del total de los equipos de la liga. Con un desbalance competitivo como ese, el problema se va a seguir agravando y eso no va sino a disminuir aún más la asistencia a los estadios.
Ahora, todo esto no quiere decir que la MLB esté destinada a perecer. Está pasando por un mal momento y tarde o temprano se recuperará y volverá a establecer récords de asistencia como ya lo ha hecho en el pasado.
Lo único que queremos resaltar aquí es el gran logro de la NPB de haber superado en asistencia promedio a la MLB este año y darle el justo crédito que merecen sus equipos por el gran trabajo que han hecho atrayendo a sus fanáticos.
El hecho de que la MLB esté atravensando un mal momento no tiene porqué restarle méritos al éxito de la NPB. Honor a quien honor merece.