Sáb, 27 Abr 2024 03:07 AM

El primer centenario del legendario Estadio Koshien

   El icónico Estadio Koshien, sede de los Tigres de Hanshin y del famoso Torneo Anual de Escuelas Secundarias, cumple 100 años de existencia en 2024 y su fascinante historia fue recordada esta semana en un maravilloso artículo de Takashi Takiguchi publicado en el portal Nippon.com.

 

El Estadio Koshien es sagrado para los japoneses

 

   La creciente popularidad del campeonato colegial, cuya primera edición fue celebrada en 1915, llevó a los organizadores del mismo a crear un plan para construir un parque capaz de albergar las cada vez más grandes multitudes que atraía el evento cada año.

 

   Así, en colaboración con la compañía de trenes de pasajeros Hanshin, que era la dueña de la sede anterior, se comenzó a diseñar una nueva instalación, que estuvo inspirada en el famoso Polo Grounds, sede de los Gigantes de Nueva York de las Grandes Ligas.

 

   La construcción comenzó el 11 de marzo de 1924 y fue completada en menos de 5 meses, justo a tiempo para la nueva edición del popular evento, que dio inicio el primero de agosto. Con capacidad para 55 mil espectadores, se convirtió en ese momento en el estadio más grande de Asia.

 

   El nombre Koshien fue seleccionado en base al ciclo sexagenario del horóscopo chino. Como el año 1924 correspondió al primer año de ese ciclo, conocido como Koshi (rata de madera), se decidió utilizar esa palabra y agregarle “en” (“parque”, en japonés) al final, para crear la palabra “Koshien”.

 

   Un problema curioso que surgió durante la construcción del estadio fue que la tierra local era demasiado clara y cuando brillaba el sol se hacía muy difícil ver la pelota, por lo que se decidió traer tierra oscura de otras partes del país para cubrir el cuadro y así tener un contraste apropiado con la pelota.

 

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 La tierra oscura es el aspecto más característico del estadio

 

   Así fue que nació el que es quizás el aspecto más característico del parque: el cuadro interior sin grama y con una tierra que es notablemente oscura. La idea fue tan bien recibida que se convirtió luego en el estándar de la mayoría de los estadios no profesionales del país.

 

   La fórmula original de la tierra oscura del cuadro fue una mezcla de arcilla roja de la Isla Awaji con tierra negra de Kumochi y Kobe, pero la misma ha ido cambiando con el tiempo. La tierra negra también ha llegado de Tsuyama, Suzuka y Kanoya y en ocasiones también se mezcla con arena de playa.

 

   El mantenimiento del terreno está a cargo de una compañía llamada Hanshin Engei, que dedica todo el tiempo y el esfuerzo que sean necesarios para mantenerlo en óptimas condiciones. Un empleado ya retirado de la misma incluso escribió un libro acerca de su experiencia trabajando en el estadio.

 

   La tierra de Koshien es tan icónica que es tradición para los jugadores colegiales que participan en el torneo llevarse un puñado de la misma como recuerdo, ya que en la mayoría de las ocasiones esa será la única vez que tendrán la oportunidad de tocarla.

 

   Otro aspecto importante que identifica el famoso parque es la hiedra que cubre su fachada principal, que precede por al menos 13 años a la que ha hecho famosa al Wrigley Field, sede de los Cachorros de Chicago de la MLB.

 

Free Photos | Hanshin Koshien Stadium (Nishinomiya City, Hyogo Prefecture)

 La hiedra del Estadio Koshien es más antigua que la del Wrigley Field de Chicago

 

   La hiedra de Koshien fue plantada por primera vez en diciembre de 1924 y creció tanto que llegó a convertirse en hogar de serpientes y otros animales. Tuvo que ser removida temporalmente entre 2007 y 2010 debido a la remodelación del estadio, pero ya está de regreso en todo su esplendor.

 

   El Estadio Koshien también es recordado por ser uno de los 4 parques que todavía están activos en los que jugó el legendario Babe Ruth. Los otros 3 son el Meiji Jingu de Tokio, el Wrigley Field de Chicago y el Fenway Park de Boston.

 

   Ruth, junto a Lou Gehrig, Jimmie Foxx, el respetado manager Connie Mack y varias de las máximas estrellas de la MLB de esa época, vio acción en ese parque durante el famoso tour de noviembre de 1934 que inspiró el nacimiento del béisbol profesional en Japón.

 

   El impacto de su visita fue tan grande que existe una placa con su rostro a las afueras del estadio para recordarla, así como varias fotos suyas en los pasillos internos del mismo que conservan su memoria para la posteridad.

 

   Cuando la primera liga profesional del país comenzó a funcionar en 1936, los Tigres de Osaka, que fueron formados por la ya mencionada compañía Hanshin, adoptaron Koshien como su sede permanente, si bien la han compartido desde entonces con el torneo colegial.

 

   Por muchos años, cada vez que se celebraba el torneo Koshien en agosto, el conjunto se veía obligado a jugar 3 semanas seguidas como visitante durante la parte más crucial de la temporada regular de la NPB y sus resultados eran tan terribles que ese período llegó a ser conocido como “el viaje de la muerte”.

 

Durante el torneo Koshien, Hanshin juega como local en el Kyocera Dome de Osaka

 

   Hoy día, ese ya no es el caso, el equipo simplemente disputa sus encuentros como local durante ese período en el Kyocera Dome de Osaka, que queda relativamente cerca del Estadio Koshien, por lo que sus fanáticos tienen fácil acceso al mismo.

 

   En 1961, los Tigres de Osaka decidieron cambiar su nombre a Tigres de Hanshin, ya que el Estadio Koshien queda en Nishinomiya, que es una ciudad que no pertenece a la prefectura de Osaka. Como consecuencia, en 1964 el estadio adoptó el nombre con el que se le conoce hoy día: Hanshin Koshien.

 

   Su momento más difícil llegó el 17 de enero de 1995, cuando un poderoso terremoto que afectó la ciudad de Kobe dañó parte de sus gradas y las bases de sus torres de luz y además dejó varias grietas sobre el terreno de juego.

 

   La versión primaveral del Torneo Koshien estaba pautada para comenzar el 25 de marzo y se temió que no habría tiempo suficiente para hacer las reparaciones necesarias para celebrar el evento, pero ese no fue el caso. El campeonato se celebró como se tenía previsto.

 

   En 2007 comenzó a realizarse un proyecto masivo de remodelación del estadio, que se ejecutó primordialmente durante el invierno para no interrumpir la actividad de los Tigres de Hanshin durante la campaña regular de la NPB ni las dos ediciones del campeonato colegial (primavera y verano).

 

   El trabajo fue completado en 2010 y a pesar de que el aspecto del parque no cambió mucho, dos variaciones importantes se hicieron evidentes. La primera fue que la capacidad del mismo se redujo a 47 mil espectadores, de manera de poder eliminar las barreras que existían antes.

 

El Museo del Estadio Koshien abrió sus puertas en 2010

 

   La segunda fue que se inauguró el Museo del Estadio Koshien, que registra la historia completa del parque desde su primer año de funcionamiento hasta ahora y no sólo en lo relacionado al béisbol colegial y profesional sino también a los otros deportes que se practican en el mismo, como el fútbol americano.

 

   A la fecha de hoy, Koshien se mantiene como el parque de mayor capacidad de toda la NPB y como consecuencia suele liderar el circuito en asistencia cada año, como lo hizo en 2023 (2.915.528 espectadores) y 2022 (2.618.626).

 

   En 2019, antes de la llegada de la pandemia, superó incluso la barrera de los 3 millones de fanáticos al cerrar el año con un total de 3.091.335 visitantes. Eso es algo que lograba hacer con frecuencia en el pasado y que probablemente volverá a repetir en el futuro.

 

   En este momento, el Estadio Meiji Jingu de Tokio, sede de las Golondrinas de Yakult y que fue inaugurado en 1926, corre el riesgo de desaparecer debido a un controversial plan de desarrollo urbano que busca destruirlo y reconstruirlo al lado de donde está en este momento.

 

   Varias figuras intelectuales de importancia, como el novelista Haruki Murakami y el escritor estadounidense Robert Whiting, han estado haciendo una campaña incesante para evitar que sea demolido, pero es probable que al final no puedan evitarlo.

 

   Afortunadamente, ese es un riesgo que no corre el Estadio Koshien, ya que es tan venerado que ninguna persona sensata en todo Japón se atrevería siquiera a sugerir que sea destruido. Todo lo contrario, lo más probable es que se mantenga activo por al menos 100 años más.