Dom, 19 May 2024 23:22 PM

Consideraciones de la deserción del cubano Oscar Colás

 

Colás conectó un jonrón en su 1er turno en la máxima categoría de la NPB

 

   La reciente deserción del prospecto cubano de los Halcones de SoftBank Oscar Luis Colás, quien tiene la intención de jugar en las Grandes Ligas en el futuro, abre las puertas a una serie de consideraciones muy interesantes.

 

   Primero y principal, está su situación contratual. SoftBank lo tiene en su lista de jugadores reservados y eso le prohíbe, según las reglas de la NPB, firmar con cualquier otro conjunto del circuito, salvo que el primero decida dejarlo en libertad.

 

   La gran interrogante es si esa normativa, que es utilizada y respetada por todos los clubes japoneses, será reconocida también por los equipos de las mayores que estén interesados en adquirir sus servicios.

 

   No está claro si existe un contrato vigente entre el jugador y el conjunto nipón, pero si ese es el caso, entonces los equipos de la MLB no tendrían más remedio que respetarlo. De lo contrario, las puertas quedan abiertas a todo tipo de interpretaciones.

 

Colás llegó a Japón en 2017 y tuvo la oportunidad de lanzar con el 3er equipo de SoftBank

 

   Colás llegó a Japón con 18 años en la temporada 2017, cuando se unió al programa de desarrollo de jugadores de SoftBank. Su progreso fue lento, pero a mediados de 2019 llegó a un nivel tal que el club decidió promoverlo a su primer equipo.

 

   En ese momento, según la normativa del circuito, el conjunto tuvo que reemplazar su contrato original de liga menor con uno de liga mayor cuyos términos, lamentablemente, no fueron hechos públicos.

 

   Los dominicanos Xavier Batista, Alejandro Mejía y Gerónimo Franzua, por ejemplo, firmaron todos un contrato de 6 temporadas con los Carpas de Hiroshima cuando fueron promovidos del programa de desarrollo de jugadores del club a la máxima categoría del circuito.

 

   Si Colás aceptó un pacto similar, entonces legalmente no podría firmar con un equipo de las Grandes Ligas hasta que termine su contrato en Japón. No obstante, ni SoftBank ni los medios nipones han dicho algo al respecto, por lo que es poco probable que ese haya sido el caso.

 

   Uno de nuestros seguidores en Twitter hizo referencia a un punto muy importante. La contratación de Colás fue acordada entre la NPB y la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y como la última es un ente no reconocido por la MLB, entonces ese contrato no tendría valor para la última.

 

   Esa es una observación muy acertada, pero al mismo tiempo podría ser refutada con facilidad. Primero, así como un pelotero regular está legalmente obligado a aceptar los términos que su agente negoció en su nombre, en este caso Colás no tiene otra opción que cumplir con cualquier contrato que la FCB haya firmado en su lugar.

 

   Segundo, puede que la MLB no reconozca a la FCB como un organismo válido, pero sin duda alguna reconoce y respeta a la NPB, una entidad con la que tiene una larga y fructífera historia de negocios e intercambios a la que no querrá molestar.

 

   Colás, sin duda alguna, podría alegar que él no tuvo ni voz ni voto a la hora de firmar su contrato con SoftBank y si éste ya expiró, entonces tendría la ley de su lado a la hora de buscar un nuevo pacto con un equipo de las Grandes Ligas.

 

   Sin embargo, si SoftBank protesta alegando que todavía tiene el control del jugador, es muy probable que los conjuntos de MLB se abstengan de firmarlo, o al menos le ofrezcan al club una compensación por dejarlo en libertad para no afectar así la relación entre ambas ligas.

 

Colás declaró recientemente que le gustaría jugar en las Grandes Ligas

 

   Si este problema legal se resuelve a favor del jugador, lo siguiente que habría que tomar en cuenta es cuándo y cómo firmaría éste su contrato con un conjunto de la Gran Carpa.

 

   El reconocido cronista estadounidense de Yahoo Sports Jeff Passan indica que lo más lógico es que no firme ahora, sino en el siguiente período para firmas internacionales que comienza el 2 de julio de 2020.

 

   La mayoría de los equipos de la MLB ya han utilizado todo su presupuesto internacional para el presente período, por lo que económicamente es mucho mejor para el antillano esperar hasta el verano para poder firmar por más dinero.

 

   No obstante, como Colás apenas tiene 21 años, las actuales reglas del convenio colectivo de MLB sólo le permiten firmar como un jugador amateur y sólo después de haber obtenido la residencia en los Estados Unidos o Canadá, como bien acotó en su cuenta de Twitter el agente venezolano Félix Luzón.

 

   Eso significa que sólo podrá ganar salario mínimo y tendrá que acumular al menos 6 años de servicio con su club antes de poder convertirse en agente libre. Por lo tanto, a lo máximo que podría aspirar monetariamente es a un bono por firmar de alrededor de 5 millones de dólares.

 

El tráfico de peloteros cubanos a MLB continúa y afecta tanto a los peloteros como a la liga

 

   Y esto nos trae al punto más importante de todos: el problema del tráfico humano, que sigue, por un lado, seduciendo a los peloteros cubanos que sueñan con jugar en las mayores, y por el otro, dañando la imagen de la MLB como organización.

 

   Nos parece muy poco probable que Colás haya decidido por sí sólo montarse en una balsa y remar sin ayuda hasta los Estados Unidos o México. Lo más factible es que haya sido convencido por alguien conectado a una compleja organización criminal que le prometió fama y fortuna una vez llegado a la tierra prometida.

 

   Lamentablemente para él, eso está lejos de ser cierto. Primero, porque ahora está a la merced de un grupo de gente que no dudará en matarlo si éste se atreve a desobedecer sus órdenes; y segundo, porque debido a su edad el monto de dinero que podrá ganar una vez que firme será muy poco comparado con el que hubiese podido ganar si ya tuviese 25 años.

 

   La MLB tomó la iniciativa el año pasado de acercarse a Cuba con la intención de establecer un sistema para la firma de peloteros de la isla que pusiese el punto y final al problema del tráfico humano y protegiese los derechos de esos jugadores.

 

   La movida estuvo a punto de funcionar, pero lamentablemente fue congelada por la decisión del actual gobierno de los Estados Unidos de no darle la luz verde al convenio.

 

   La pelota, por lo tanto, está ahora en el terreno de las Grandes Ligas. Según el ya mencionado Jeff Passan, la disponibilidad de Colás sin duda atraerá la atención de muchos clubes de la MLB debido a su perfil de doble jugador (lanzador/bateador).

 

   Eso quiere decir que es muy probable que se desate una guerra feroz por firmarlo y que al final éste reciba el mayor contrato posible dentro de las limitaciones que acabamos de mencionar. Si eso ocurre, entonces la MLB estará fomentando una vez más el tráfico humano, algo que supuestamente había decidido no hacer más.

 

   Todavía queda mucho camino por recorrer y resulta difícil saber cómo terminará esta historia, pero lo que sí podemos pronosticar desde ya es que va a ser muy interesante observar cómo se desarrolla todo.

 

   ¿Intentará SoftBank detener su fima con un equipo de las Grandes Ligas alegando que todavía tiene control sobre sus servicios? Si eso ocurre, ¿se atreverá MLB a ignorar el reclamo del club y dañar su relación con la NPB? 

 

   ¿Qué tipo de contrato y cuánto dinero podrá ganar Colás debido a que sólo tiene 21 años? ¿Es Colás una víctima más de una organización criminal dedicada a traficar peloteros cubanos a los Estados Unidos? ¿Continuará la MLB fomentando el tráfico humano después de haber dicho que quería detenerlo?