Lun, 20 May 2024 05:46 AM

Los felices regresos de Guzmán y Rosario a Hiroshima

 

   Hace tanto tiempo que no jugaban que se hubiese podido pensar que habían sido dejados en libertad, pero lo cierto es que el venezolano Jesús Guzmán y el dominicano Rainel Rosario ya están de vuelta –¡y de qué manera!– con el primer equipo de los Carpas de Hiroshima.

 

   Guzmán fue titular desde el primer día de la campaña y logró sumar al menos un imparable en 8 juegos consecutivos para dejar su promedio en .333, pero lamentablemente una lesión lo obligó a abandonar temprano los terrenos de juego.

 

   Una vez recuperado, dedicó su tiempo a ponerse a tono con el conjunto filial de la organización, pero el exceso de extranjeros en el club le cerró las puertas a un posible regreso al roster activo.

 

   Rosario, por su parte, se tardó un poco más de una semana en debutar, pero después de hacerlo a principios de abril jugó regularmente hasta finales de mayo, momento en el que fue bajado al equipo menor debido a su modesto rendimiento con el bate (su promedio era de .252, con apenas un jonrón y7 empujadas en 32 partidos).

 

   Ambos peloteros han tenido que pelear sus puestos este año con los norteamericanos Brad Eldred (líder jonronero de la NPB en 2014) y Nate Schierholtz (segundo mejor jonronero del equipo en la actualidad), quienes no sólo han producido buenos números ofensivos sino que también cubren las mismas posiciones defensivas que los dos latinos: la primera base y el jardín izquierdo.

 

   Por si eso fuera poco, el club cuenta también con tres lanzadores estadounidenses, Kris Johnson, Deunte Heath y Mike Zagurski, que por lo general ocupan los dos puestos restantes para extranjeros en el roster activo, por lo que las posibilidades de ambos hispanos de ver acción en el primer equipo son más reducidas aún.

 

   De hecho, mientras que Eldred y Schierholtz se mantengan sanos y produciendo bien resulta prácticamente imposible que Guzmán y Rosario vean acción con el conjunto mayor, sin importar lo bien que estén rindiendo en equipo filial.

 

   Es por esto que, al final, la suerte tuvo que intervenir para permitirles a ambos regresar al máximo nivel con su club.

 

   El primero en subir fue Guzmán, luego de que Eldred recibiera permiso el pasado 23 de julio para viajar a los Estados Unidos a visitar a su esposa, que estaba a punto de dar a luz. Esto permitió al criollo ser promovido al primer equipo el 24 de julio y comenzar a jugar de inmediato.

 

   Según las reglas de la NPB, una vez que un jugador es removido del roster activo no podrá regresar al mismo por al menos 10 días, por lo que el venezolano recibió de entrada un plazo muy corto para dejar sentir su presencia en la alineación.

 

   Como Eldred no está lesionado, sino que simplemente recibió permiso para ausentarse por unos días, su regreso al roster activo es inminente y eso deja a Guzmán con los días contados en la máxima categoría, salvo que su producción sea tan extraordinaria que convenza a su manager de mantenerlo en su puesto.

 

   En los primeros 5 juegos después de su regreso las cosas no pudieron lucir peor. El criollo no pudo conectar ni un solo hit en ese período y todo parecía indicar que sería bajado nuevamente al conjunto filial.

 

   Sin embargo, las cosas cambiaron por completo en el sexto juego, cuando logró irse de 3-2, con su primer jonrón del año, un doble y 3 empujadas, para contribuir al triunfo de su equipo.

 

   Un día después se fue de 5-2, con 2 sencillos y un remolque, y en la jornada siguiente se fue de 3-1, con un doble y una anotada, por lo que repentinamente pareció estar listo para ser titular por el resto de la temporada.

 

   El único problema con eso es Eldred ya es elegible para regresar al roster activo, por lo que el manager Koichi Ogata deberá decidir si desea mantener al venezolano en su alineación para ver qué tan lejos puede llegar o si por el contrario prefiere recurrir de nuevo a su hombre fuerte para afrontar la parte final de la campaña.

 

   El gigante norteamericano estuvo lesionado durante la primera parte de la temporada y apenas ha visto acción en 39 juegos hasta ahora, pero en ellos batea para .244, con 8 jonrones y 26 empujadas.

 

   Esos números son decentes, pero quizás no lo suficientemente buenos como para justificar el descenso del latino a la liga menor en un momento en el que está produciendo bien. De cualquier forma, como ya mencionamos, el manager Ogata tiene la última palabra al respecto.

 

   Luego le llegó el turno a Rosario, quien fue subido hace dos días para cubrir el puesto de Schierholtz, a quien el club decidió desactivar para darle descanso, debido a los síntomas de  fatiga extrema que mostró durante esta última semana.

 

   A diferencia de Guzmán, el dominicano dejó sentir su presencia en el equipo de inmediato. En su primer juego conectó un imparable en un turno como emergente y en el segundo se fue de 4-2, con un jonrón de 2 carreras que decidió el encuentro a favor de su club.

 

   El joven jardinero, que disputa su segunda campaña en Japón, tuvo un final de temporada explosivo el año pasado luego de ser subido al máximo nivel precisamente en agosto. Después de un inicio lento calentó los motores, bateó la escalera el 2 de septiembre y se alzó con el premio al Jugador Más Valioso de ese mismo mes.

 

   El club sin duda esperaba que continuase rindiendo de igual manera desde el principio de la presente campaña, pero al darse cuenta de que sus números no fueron los mismos decidió bajarlo para darle el chance de recuperar su buena forma.

 

   Al igual que en el caso de Eldred, la ausencia de Schierholtz no promete ser muy larga, por lo que podría regresar al roster activo luego de los 10 días de ausencia reglamentarios. Esto coloca a Rosario en el mismo dilema de Guzmán: producir al máximo ya o ser bajado otra vez al conjunto filial.

 

   Pase lo que pase, al menos ambos latinos han mostrado en estos pocos días lo que son capaces de hacer sobre el terreno y lo mucho que podrían ayudar al equipo en su intento por clasificar a la postemporada si se les da la oportunidad.

 

   Schierholtz batea para .266, con 10 jonrones y 29 empujadas, en 56 juegos esta campaña. Aunque no son extraordinarios, esos números sí justificarían su presencia en la alineación por encima de los hispanos, por lo que al final todo dependerá de lo que decida el manager Ogata.

 

   Por lo visto hasta ahora, lo más sensato parece ser mantener a Guzmán y Rosario en el roster para ver qué más pueden hacer por el club antes de bajarlos de nuevo, pero considerando que los números generales de Eldred y Schierholtz son mejores no sería sorprendente verlos regresar pronto al roster activo.

 

   Hiroshima, que para muchos era el principal favorito para ganar el título de la Liga Central este año, busca clasificar por tercera temporada consecutiva a los playoffs del circuito luego de un decepcionante inicio de campaña que lo mantuvo en el foso de la clasificación por varios meses.

 

   ¿Serán Guzmán y Rosario los que logren devolver al equipo al camino de la victoria o al final el manager Ogata decidirá apostar de nuevo por su dúo norteamericano? Pronto lo sabremos.