Desde que concedió 5 carreras en apenas un episodio de labor en su primera apertura en las Grandes Ligas, medios y fanáticos no han parado de criticar la actuación del japonés Yoshinobu Yamamoto, quien firmó durante el invierno con los Dodgers de Los Ángeles por la cifra récord de 325 millones de dólares.
Yamamoto sólo ha realizado 5 aperturas hasta ahora
No obstante, todo el ruido que se ha hecho hasta ahora constituye una soberana pérdida de tiempo, ya que resulta imposible hacer una evaluación apropiada de un lanzador que sólo ha realizado 5 aperturas y que todavía se está adaptando al estilo de juego de las mayores.
Más importante aún, sus números no respaldan la noción de que sea un fracaso sobre el montículo -como muchos quieren hacerlo ver-, ni tampoco lo hace el historial de sus compatriotas en el circuito, varios de los cuales sufrieron problemas similares en su primer año en la MLB.
Analicemos con cuidado su actuación en lo que va de la campaña, haciendo énfasis en sus fortalezas y debilidades, para así entender mejor su progreso y evitar caer en lugares comunes que están totalmente desconectados de la realidad.
La mayor crítica que ha recibido hasta el momento ha sido su alta efectividad, que se ha mantenido por encima de 4.00 desde su primer encuentro del año, mientras que jugando en la liga de su país dejó un impresionante registro de 1.82 en 7 temporadas completas.
Bueno, después de haber permitido 5 anotaciones en un inning en su primera apertura del año y haber dejado su efectividad inicial en 45.00, hubiese tenido que completar varios blanqueos consecutivos para poder colocar su efectividad por debajo de 4.00.
De hecho, lo sorprendente no es que su efectividad esté por encima de 4.00, sino que haya bajado a esa cifra después de haber comenzado la campaña en 45.00. Es probable que cualquier otro lanzador estuviese todavía por encima de 10.00, pero no él.
Para tener una mejor perspectiva, ignoremos esa primera salida en la que concedió 5 carreras en una entrada y veamos la efectividad que ha registrado en sus otras 4 aperturas. El resultado es 3.60, que no es extraordinario, pero sí mucho mejor que el 4.50 que posee actualmente.
Yamamoto brilló en su debut en el Dodger Stadium
En sus 2 aperturas posteriores completó 5 episodios sin permitir carreras en cada ocasión y sumó 13 ponches en total. Tuvo sus problemas en cada una de esas citas, pero logró salir de ellos con convicción y eso silenció temporalmente a sus críticos.
Sin embargo, en sus 2 salidas más recientes concedió 3 anotaciones limpias en cada una y 3 jonrones en total, lo que no sólo elevó su efectividad de 4.09 a 4.50 sino que también le dio una buena excusa a sus críticos para volver a atacarlo.
En comparación, Shohei Otani concedió un total de 8 cuadrangulares en 4 aperturas consecutivas el año pasado y nadie lo catalogó de fracaso por ello, ni tampoco se le reprochó el hecho de haber terminado la temporada con 18 vuelacercas permitidos.
Todo lo contrario, cerró el 2023 con récord de 10-5 y una efectividad de 3.14 y fue nombrado de manera unánime Jugador Más Valioso de la Liga Americana, si bien ese logro fue más que todo el producto de su actuación ofensiva.
Si acaso, lo importante que hay que destacar de las 2 últimas aperturas de Yamamoto es que no perdió ninguna de ellas y que en la más reciente completó 6 innings por primera vez en su corta carrera en la Gran Carpa, lo que se tradujo además en su primera apertura de calidad a ese nivel.
La mayor fortaleza del derecho de 25 años hasta ahora ha sido sin duda su habilidad para ponchar a los bateadores rivales. En los 22 episodios que ha lanzado hasta ahora ya acumula 30 abanicados, lo que lo deja en el quinto lugar de esa categoría en toda la MLB.
Adicionalmente, su promedio de 12,273 ponches por cada 9 entradas es el cuarto mejor de las mayores en la actualidad, por lo que al menos en ese departamento no existen argumentos válidos para catalogarlo de fracaso.
El control de Yamamoto es de primera categoría
Otra fortaleza que posee el joven serpentinero y que se ha hecho evidente en sus primeras 5 aperturas en la MLB es su excelente control. Es cierto que le hacen buen contacto cuando se equivoca, pero por lo general cada vez que lanza coloca la pelota donde quiere hacerlo.
Su repertorio es también de primera categoría. Su recta no es muy poderosa, pero sí muy efectiva cuando cae en el lugar apropiado. Su curva es engañosa y versátil y su splitter cae repentinamente al llegar al plato, lo que suele generar muchos swings fallidos por parte de los bateadores rivales.
Apenas 5 aperturas, la primera de las cuales sólo duró una entrada, representa una muestra demasiado limitada para poder determinar con certeza si la actuación de un lanzador particular ha sido un éxito o un fracaso.
Es necesario esperar, como mínimo, hasta mediados de campaña para tener una imagen más clara de su rendimiento ante diversos rivales y en distintas situaciones, escenarios y climas. Cualquier conclusión que se haga antes de ese momento será más una adivinanza que una observación educada.
No olvidemos, por ejemplo, que Yu Darvish también permitió 5 carreras en su primera apertura en la MLB y que no lució realmente dominante sino hasta su cuarta salida, cuando blanqueó a los Yanquis de Nueva York por 8 episodios y un tercio y sumó 10 ponches.
Ni tampoco que en su segundo mes en las mayores concedió al menos 3 anotaciones en 4 de sus 5 aperturas, si bien terminó ganando 3 de ellas. Su efectividad en ese período fue de 4.50, pero como su récord quedó en 7-2 y su efectividad general en 3.25, los críticos no lo molestaron demasiado.
A pesar de las muchas buenas actuaciones que han realizado hasta ahora en las Grandes Ligas, ningún lanzador japonés ha logrado transferir exitosamente su dominio de la NPB a la Gran Carpa. Su efectividad, entre otras cosas, siempre aumenta.
La efectividad de Darvish en su primer año en la MLB fue de 3.90
La efectividad de Darvish en su primer año en las mayores fue de 3.90, después de haber sido de 1.44 en su última temporada en Japón. La de Masahiro Tanaka fue de 2.77 (vs 1.27) y la de Daisuke Matsuzaka fue de 4.40 (vs 2.13), por lo que lo más probable es que la efectividad de Yamamoto suba también este año.
Una queja constante que escuchamos acerca de los lanzadores japoneses en la MLB es que están sobrevalorados, porque por una parte cobran mucho dinero y por la otra nunca arrojan los resultados que justifiquen esos altos salarios.
Lo primero que hay que aclarar aquí es que sus altos salarios son el producto de la volatilidad del mercado, no de su talento. Cuando un equipo paga mucho dinero por un lanzador japonés no es porque considera que ganará el Premio Cy Young sino porque había mucha competencia para firmarlo.
Otro aspecto económico que contribuye a esos altos salarios es que la firma de cualquier pelotero nipón siempre despierta el interés del poderoso mercado japonés, que trae consigo tanto dinero que termina cubriendo con creces el costo de su contrato.
Si la economía latinoamericana fuese tan fuerte como la japonesa, entonces nuestros peloteros estuviesen ganando los mismos salarios que los nipones, pero como lamentablemente ese no es el caso entonces debemos conformarnos con menos.
Volviendo a Yamamoto, tenemos que tener paciencia y esperar a que realice varias aperturas más para entender mejor si ha tenido éxito o no en su proceso de adaptación a la MLB. Su contrato es por 12 temporadas, por lo que todavía le queda mucho camino por recorrer.
En su segunda campaña en las mayores, Darvish bajó su efectividad de 3.90 a 2.83 y hoy día, 12 años después, su registro de por vida es de 3.60, por lo que incluso si los resultados de Yamamoto en 2024 no son convincentes, siempre podrá corregirlos en el futuro. No hay que entrar en pánico por lo que hemos visto después de sólo 5 aperturas.