Sáb, 18 May 2024 00:19 AM

La sensatez de la NPB en momentos de alta presión

 

La NPB suele reaccionar con mucha sensatez en casos de emergencia

 

   La Liga Japonesa de Béisbol Profesional (NPB, por sus siglas en inglés) está lejos de ser perfecta, pero si hay algo en lo que claramente supera a las Grandes Ligas es en saber mantener su sensatez en momentos de alta presión.

 

   El dinero no lo es todo en la vida; eso está completamente claro. Una persona con cáncer terminal se va a morir pronto, independientemente de cuánto dinero tenga en su cuenta bancaria, así como es imposible comprar la felicidad, sin importar que uno sea multimillonario.

 

   Sin embargo, la MLB insiste una y otra vez en tomar todas sus decisiones basándose sólo en dinero, en lugar de tomar en cuenta el resto de los aspectos que lo rodean. No es que el dinero no sea importante, pero tampoco es lo único que se debe considerar.

 

   Es por eso que se tardó tanto en llegar a un acuerdo para jugar este año. No porque estaba pensando detalladamente en cómo proteger la salud de sus jugadores, sino porque no pudo convencerlos de que cobraran menos.

 

   Esa es también la razón por la que la campaña 2020 de las mayores está destinada a terminar en tragedia, en lugar de ser un éxito organizativo que logre llenar de alegría a sus fanáticos.

 

   A pesar de su deseo inicial de comenzar a jugar lo antes posible, la NPB reflexionó y se dio cuenta de que no era posible regresar a los terrenos antes de que la pandemia del coronavirus estuviese bajo control.

 

   Una vez que eso ocurrió, se preocupó entonces de organizar un calendario lo más completo posible y de tomar todas las precauciones posibles para proteger la salud de los peloteros y de todas las personas envueltas en los partidos.

 

Despaigne y Gracial cobrarán completos sus salarios de 2020

 

   El tema monetario ni siquiera fue discutido. Es más, según lo confirmó nuestro colega Renier González hijo vía Twitter, los cubanos Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial cobrarán completos sus salarios de este año a pesar de que se perderán el primer mes y medio del calendario.

 

   La MLB, por el contario, tuvo que obligar a sus jugadores a regresar al terreno después de fracasar en su intento de hacerles un recorte adicional de salario. Es más, los dueños estaban dispuestos a cancelar la temporada para minimizar sus pérdidas.

 

   Como consecuencia, los reportes de jugadores y coaches que han contraído el coronavirus se multiplican cada día, mientras que más peloteros de renombre se niegan públicamente a jugar este año para proteger su salud y las de sus familias. 

 

   Por si eso fuera poco, el gobierno canadiense le prohibió a los Azulejos jugar partidos como local en Toronto para eliminar la posibilidad de un nuevo brote de la pandemia en esa ciudad y el resto del país.

 

   Por tratar de hacerlo todo a la fuerza y de manera apresurada, pensando sólo en el dinero y no en los 3,7 millones de casos que se han registrado hasta ahora en los Estados Unidos, la MLB corre el riesgo de no poder completar su calendario 2020 debido al virus.

 

   La NPB, en cambio, jugará su campaña casi completa (120 en lugar de 143 juegos) y cumplirá todos sus compromisos con sus patrocinadores, a pesar de que perderá mucho dinero debido a la limitada asistencia de fanáticos y a que tendrá que pagarle completo a sus jugadores.

 

La NPB mantiene su negocio activo, a pesar del coronavirus

 

   No obstante, está manteniendo su negocio activo y sano, de manera de poder comenzar a recuperarlo a partir del año que viene. No cabe duda de que la liga pensó más en el bienestar y la continuidad de su producto que en sus ganancias y pérdidas para este año.

 

   Otro ejemplo que ilustra muy bien este punto es el inminente cambio de nombre de los Indios de Cleveland y del equipo de fútbol americano Pieles Rojas de Washington debido a que sus nombre son vistos como racistas.

 

   Si bien en Latinoamérica esos nombres no nos molestan de ninguna forma y, por lo tanto, no entendemos el alboroto que se ha armado al respecto en los Estados Unidos, en ese país, sin duda, se trata de un problema muy serio.

 

   El público general, la prensa y las comunidades afectadas tienen décadas quejándose de los nombres de esos conjuntos y pidiendo que los cambien para que no continúen hiriendo sus sentimientos, pero los clubes en cuestión se han negado tercamente a hacerlo.

 

   Una de las excusas para no cambiarlos, como era de esperarse, es que hay mucho dinero ligado a los nombres de esas organizaciones y si se cambian, entonces una buena parte de esos fondos podrían perderse.

 

   La NPB, actualmente, no sufre ese problema porque ninguno de los nombres de sus equipos es mal visto por el público, pero si ese fuera el caso, lo más probable es que el cambio se realizase sin ningún tipo de problemas.

 

DeNA cambió su nombre de Ballenas a Estrellas sin ningún tipo de problemas

 

   Las Estrellas de DeNA, fundadas en 1949, comenzaron llamándose Ballenas de Taiyo y mantuvieron ese nombre hasta finales de 1992, cuando su compañía matriz decidió cambiar su nombre a Corporación Maruha.

 

   En ese momento, su intención fue cambiar la denomicación del club a Ballenas de Yokohama, pero como recientemente se habían aumentado las restricciones contra la caza de ballenas, la compañía decidió cambiar el nombre del equipo para evitar dañar su propia imagen.

 

   Antes de que el público y la prensa de quejasen al respecto, la gerencia decidió voluntariamente hacer el cambio para ahorrarse un problema mayor en el futuro y sin importar que la movida pudiese generar alguna pérdida monetaria.

 

   En los Estados Unidos, por el contrario, el descontento social ha tenido que llegar al nivel crítico en el que está actualmente para que los dueños de las franquicias en cuestión por fin accediesen a hacer lo que el público ha estado pidiendo por tanto tiempo.

 

   Siempre hemos dicho que el béisbol japonés tiene mucho que enseñarnos y este es uno de los puntos más importantes que podemos aprender de él: la sensatez.

 

   Es cierto que la NPB hace un muy mal trabajo administrando su calendario y promocionando su producto fuera de Japón y que tiene mucho que aprender de las Grandes Ligas en esos y otros departamentos.

 

   Sin embargo, también nos demuestra con frecuencia cómo las cosas pueden hacerse de otra manera y cómo esa manera alternativa puede ser mucho más exitosa y placentera que la que estamos acostumbrados a utilizar.

 

La MLB sólo se animó a organizar el Clásico Mundial cuando se dio cuenta de que podía ser rentable

 

   La MLB sólo se animó a organizar el Clásico Mundial de Béisbol cuando se dio cuenta de que podía ganar dinero con ese evento y hasta amenazó con descontinuarlo cuando temió que el mismo podría generar pérdidas, como ocurrió en 2017.

 

   La NPB, en cambio, cede a sus mejores jugadores en medio de la temporada regular para que éstos participen en las Olimpiadas y traten de ganar la medalla de oro para Japón, un honor que el dinero no puede comprar.

 

   Con la negociación de un nuevo convenio laboral en el horizonte y las relaciones entre los dueños y los jugadores en un estado tan nocivo, el futuro de las Grandes Ligas no podría lucir más opaco.

 

   El circuito nipón, por el contrario, se ve tan saluable como siempre y su futuro no podría parecer más prometedor, a pesar del mucho dinero que perderá este año como consecuencia del coronavirus.