Sáb, 18 May 2024 02:42 AM

La imposibilidad de un éxodo masivo de MLB a Japón

 

La NPB no está capacitada para recibir una inmigración masiva de jugadores extranjeros

 

   Con la expectativa de que el presente cierre patronal de la MLB se extienda por varios meses, algunos analistas norteamericanos han empezado a especular que los agentes libres del circuito podrían mudarse de forma masiva a ligas extranjeras para mantenerse en forma hasta que se acabe el conflicto.

 

   Japón, por ser el circuito más famoso y que mejores salarios paga después de la Gran Carpa, suele ser considerado como el destino predilecto en este tipo de situaciones, pero lamentablemente las posibilidades de que veamos un éxodo masivo de peloteros de las Grandes Ligas a la NPB son casi inexistentes.

 

   Primero y principal, no hay cupos suficientes para todos. Cada conjunto del circuito nipón sólo puede tener 4 importados en su roster activo de manera simultánea y la mayoría de esos cupos ya están ocupados, por lo que de entrada no hay espacio suficiente para recibir a muchos de ellos.

 

   Supongamos, por ejemplo, que los 12 conjuntos que conforman la NPB están dispuestos a contratar a un agente libre de la MLB durante este invierno. Eso nos deja con apenas 12 plazas disponibles y lo más probable es que no se aprovechen todas.

 

   Luego está el problema del presupuesto. Los clubes japoneses están en capacidad de pagar hasta 8 millones de dólares por temporada a una de sus estrellas, pero sólo a una de ellas. Ver dos contratos por ese monto en un mismo equipo es casi imposible.

 

   Eso quiere decir que cualquier agente libre de calidad de la MLB que desee irse a Japón este invierno tendrá que hacerlo aceptando un contrato más modesto, que además lo ataría al equipo por toda la temporada y no hasta que termine el cierre patronal.

 

La mayoría de las firmas internacionales en la NPB ocurren en noviembre y diciembre

 

   Adicionalmente, hay que tomar en cuenta el límite de tiempo que esos agentes libres tienen para asegurar su puesto con un club japonés. La mayoría de ellos planifican sus temporadas con mucho tiempo de antelación, por lo que casi todas sus contrataciones futuras se cierran en noviembre y diciembre.

 

   La cantidad de pactos que se firman en enero y febrero son, por lo general, acuerdos que ya se habían alcanzado con anterioridad y que simplemente se están oficializando en ese momento. El número de firmas nuevas que se concretan después de haber comenzado el año es muy limitado.

 

   Esto quiere decir que todo agente libre de la MLB que esté considerando probar suerte en Japón para asegurarse de tener trabajo en 2022 tiene que moverse ya, porque si llega a enero sin haber hecho contacto de ningún tipo lo más probable es que no consiga nada.

 

   Otro punto importante a la hora de negociar con un conjunto de la NPB es la experiencia previa que pueda tener el jugador en cuestión. Haber visto acción en las mayores es algo muy atractivo, pero los clubes nipones siempre le darán prioridad a peloteros que hayan jugado antes en Japón.

 

   La razón es muy sencilla. El hecho de que ya conozcan la filosofía de trabajo de los equipos japoneses y un poco del idioma hace que su adaptación al conjunto sea más sencilla, cosa que a su vez aumenta sus posibilidades de éxito.

 

   Es por ello que los dominicanos Steven Moya y Alejandro Mejía, que acaban de ser dejados en libertad por sus equipos, cuentan con mayores posibilidades de regresar a Japón el año que viene que todos los agentes libres de alto calibre que hay en este momento en la Gran Carpa.

 

   También hay que añadir a todo esto el perfil del candidato en cuestión. Los clubes japoneses, por lo general, contratan bateadores de poder y lanzadores con buena velocidad. Todo lo demás ya lo tienen, de manera que quien no se ajuste a ese perfil ya está automáticamente descartado.

 

Adam Jones llegó a Japón dispuesto a aprender, no a creerse superior a los demás

 

   Así mismo, debe tomarse en cuenta su personalidad. ¿De qué tipo de persona estamos hablando? ¿Se trata de alguien que llegará a la liga con un aire de superioridad esperando que todos se adapten a él en lugar de que él se adapte a su nuevo entorno?

 

   ¿Llegará a la liga con una mente abierta dispuesto a aprender o pensará que ya lo sabe todo? ¿Estará dispuesto a quedarse en Japón todo el año o querrá regresarse a las mayores tan pronto como se resuelva el conflicto laboral? 

 

   Los equipos japoneses, sin duda, buscarán hacer inversiones a largo plazo. Le darán preferencia a aquellos jugadores que quieran comprometerse con el club por al menos un año por encima de aquellos que sólo estén buscando trabajo temporal.

 

   Los circuitos profesionales de Corea del Sur y Taiwán funcionan de una manera muy similar a la NPB, por lo que es muy probable que todas estas limitaciones apliquen también a esos destinos, e incluso a la liga mexicana, por lo que no será nada sencillo que veamos un éxodo masivo de peloteros de la MLB a ninguna otra parte en 2022.

 

   Durante el cierre patronal de la NHL (la principal liga de hockey sobre hielo del mundo) en 2004 y 2005, que forzó la cancelación de una temporada completa, un total de 388 jugadores del circuito terminaron viendo acción en distintas ligas europeas.

 

   Es virtualmente imposible que un escenario de ese tipo se repita en esa ocasión con los agentes libres de la MLB. Como ya lo mencionamos al principio, si algunos de ellos deciden irse a jugar a Japón, serán cuando mucho 12, pero no más que eso. De hecho, lo más realista es que sean como 5.

 

Las ligas de Corea del Sur y Taiwán cuentas con las mismas limitaciones de la NPB

 

   Supongamos que ese número sea similar en Corea del Sur y Taiwán y que quizás aumente un poco en México, entonces estaríamos hablando de unos 25 o 30 peloteros que podrían conseguir un trabajo alternativo para 2022.

 

   El resto se quedaría sin trabajo durante todo el tiempo que dure el cierre patronal, o quizás termine viendo acción en las ligas menores norteamericanas, que seguirán activas en el futuro ya que no están sujetas al convenio colectivo entre la MLB y su Asociación de peloteros.

 

   Resulta obvio que los peloteros son los principales interesados en que se llegue a un acuerdo pronto para que su futuro profesional no corra riesgo. Los dueños de los equipos tienen el dinero y el poder para esperar todo el tiempo que sea necesario, pero ese no es el caso de los jugadores.

 

   Para ellos, cada temporada perdida los coloca más cerca del retiro y la mayoría no tiene la educación necesaria para trabajar en cualquier otra cosa que no sea el béisbol, por lo que la mayor parte de la presión recae sobre ellos.

 

   Sin embargo, también es cierto que la Asociación de Peloteros de la MLB es la unión laboral deportiva más fuerte y mejor organizada del mundo y la que históricamente ha obtenido mejores resultados para sus agremiados durante las negociaciones del convenio colectivo con su liga.

 

El cierre patronal de la MLB acaba de empezar, pero se teme que se extenderá por un buen tiempo

 

   Apenas han pasado 11 días desde que comenzó el cierre patronal de la MLB, así que todavía no hay que entrar en pánico acerca de cuánto puede durar el conflicto actual. Sin embargo, si el mes de febrero comienza sin que se haya hecho algún progreso en las negociaciones, entonces sin duda tendremos que prepararnos para un paro extendido.

 

   Independientemente de lo que ocurra, lo que sí es seguro es que no veremos un éxodo masivo de agentes libres de las Grandes Ligas a diversos circuitos extranjeros como ocurrió en la NHL durante la huelga de la temporada 2004-2005. Como ya lo explicamos al principio, no hay cupos, ni dinero, ni tiempo suficiente para que eso ocurra.

 

   Es muy posible que algunos de ellos logren conseguir trabajo en Japón, Corea del Sur, Taiwán o México, pero como ya advertimos esa cifra se limitaría a quizás 20 o 30 peloteros. Con un poco de suerte serán más, pero lo más probable es que sean menos.

 

   Por lo tanto, la gran mayoría de esos peloteros se quedarán sin trabajo durante todo el tiempo que dure el paro y eso sólo los afectará a ellos, especialmente a aquellos que no ganan lo suficiente como para cubrir sus gastos sin trabajar. 

 

   No obstante, la razón por la que están luchando es justa y por ello merecen todo nuestro apoyo en su búsqueda de mejores condiciones laborales para el futuro.