Vie, 03 May 2024 18:03 PM

Diferencias entre las ligas menores de NPB y MLB

   Un fanático nos expresó esta semana su sorpresa acerca de la firma del venezolano Leandro Cedeño con los Búfalos de Orix, ya que a pesar de ser un pacto de 500 mil dólares más incentivos el criollo estará limitado a ver acción en la liga menor de la NPB.

 

Cedeño acaba de firmar un contrato de liga menor con Orix

 

   La conclusión del fanático en cuestión es que este hecho demuestra que los equipos grandes de Japón tienen más dinero que los equipos pequeños de las Grandes Ligas, pero eso no es necesariamente cierto, ni tampoco es el punto más importante que debe destacarse en este caso.

 

   Lo que sí demuestra la firma de Cedeño con Orix es que los conjuntos japoneses ofrecen muchas mejores condiciones de trabajo a los jugadores que tienen en su equipo filial que las que ofrecen los clubes de la Gran Carpa a los peloteros que están en las ligas menores de la MLB.

 

   Lo malos que son los salarios en las ligas menores de Norteamérica es algo que está ampliamente documentado. A lo máximo que puede aspirar un jugador de nivel triple A es 22 mil dólares al año, que no es suficiente para cubrir necesidades básicas como renta, comida y transporte.

 

   No obstante, en la liga menor de la NPB ese es el salario mínimo, que además sólo está reservado para los novatos que acaban de graduarse de la escuela secundaria. El resto gana por lo menos el doble de ese monto y algunos, como Cedeño, pueden ganar 500 mil dólares anuales o incluso más.

 

   Por si eso fuera poco, los conjuntos japoneses poseen dormitorios en los que viven la mayoría de los peloteros que ven acción en el equipo filial, que no sólo incluyen cuartos para cada uno, sino también 3 comidas diarias, un gimnasio y otras formas de entretenimiento.

 

   Es decir, mientras que en las Grandes Ligas sólo pagan un salario que no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de la vida, en la NPB ofrecen sueldos muy buenos y además la opción de ahorrar la mayoría de ese dinero al vivir y comer gratis en el dormitorio del club.

 

   Los equipos de la MLB tienen más que suficiente dinero para pagarles buenos salarios a los peloteros que tienen en las ligas menores, pero simplemente no quieren hacerlo. En la NPB, por el contrario, los presupuestos no son tan altos, pero sí son utilizados para compensar bien a sus jugadores.

 

   Este es un tema que normalmente no se discute cuando se habla de las diferencias entre la MLB y la NPB, pero en los últimos años se ha hecho evidente que para cualquier pelotero del planeta es mucho mejor comenzar su carrera profesional en Japón que en Norteamérica.

 

Las ligas menores japonesas pagan mejor que sus pares de la MLB

 

   La NPB no sólo ofrece mejores salarios a los jugadores que están en la liga menor, sino también vivienda y transporte gratis y además los prepara mejor deportivamente que a sus pares norteamericanos, especialmente a los lanzadores.

 

   Es por eso que a mediados de 2019 Carter Stewart Jr, la octava selección del draft de la MLB el año anterior, decidió firmar un contrato de 6 años y 7 millones de dólares con los Halcones de SoftBank en lugar de hacerlo con los Bravos de Atlanta, que sólo querían pagarle 2 millones.

 

   A diferencia de Cedeño, Stewart Jr firmó un contrato de liga mayor que le permitió debutar en la máxima categoría de la NPB en 2021, si bien su actuación estuvo limitada a apenas 11 salidas desde el bullpen en las que dejó una efectividad de 6.08.

 

   No obstante, su preparación en el conjunto filial de la organización continúa y se espera que en 2023 vea acción de manera más consistente con el equipo grande, que todavía aspira a utilizarlo como uno de sus abridores regulares en el futuro.

 

   Los clubes de la NPB se han dado cuenta en la última década que firmar peloteros extranjeros jóvenes y desarrollarlos dentro de sus respectivas organizaciones es más barato y ofrece mejores resultados a largo plazo que darle un gran contrato a un veterano importado que no tiene experiencia en la liga.

 

   Es por eso que no debería extrañarnos que en los próximos años los equipos japoneses firmen a más prospectos internacionales, tanto de los Estados Unidos como de Latinoamérica, incluyendo a los que participan en el Draft de la MLB.

 

   De hecho, ya ocurrió hace poco, cuando los Halcones de SoftBank firmaron al quinceañero dominicano José Osuna, quien estaba siendo evaluado por varios conjuntos de las mayores y tenía el potencial de conseguir un contrato a ese nivel, pero prefirió pactar con los japoneses.

 

SoftBank firmó a uno de los principales prospectos de la MLB en 2019

 

   Sin ir muy lejos, no hay ningún reglamento que les impida a los clubes nipones firmar a los mejores prospectos del Draft de la MLB cada año. Después de todo, están en capacidad de pagar mejores salarios y ofrecer mejores condiciones de trabajo que los equipos de la Gran Carpa.

 

   No lo hacen porque no les gusta el conflicto y porque saben que si empiezan a quitarle la materia prima a los equipos de las Grandes Ligas, éstos tarde o temprano van a contraatacar con alguna movida que los afectará en el futuro.

 

   Otro inconveniente que podrían enfrentar es la negativa de los propios jugadores norteamericanos a comenzar sus carreras en Japón, ya sea por diferencias culturales o idiomáticas, pero si se trata sólo de dinero, los japoneses están más que capacitados para competir con los clubes de MLB.

 

   Tomemos como ejemplo el caso de Shohei Otani, quien estaba decidido a irse directamente a las Grandes Ligas sin pasar primero por la NPB. Cuando los Luchadores de Nippon Ham lo seleccionaron en el draft, éste se enfureció, pero al final aceptó a reunirse con ellos y escuchar su propuesta.

 

   Entre otras cosas, ellos le explicaron que existían dos formas de ir a las Grandes Ligas. Una, pasando por las ligas menores de la MLB, cobrando un salario muy bajo, sin la ayuda de un intérprete y sin saber cuánto tiempo le tomaría ser promovido al equipo mayor.

 

   La otra, jugando primero en Japón, donde podría debutar de inmediato en la máxima categoría de la NPB y convertirse en una estrella nacional, además de cobrar un salario mucho más alto que en Norteamérica. Luego, después de unas 5 campañas, podría irse a la MLB con el permiso del club.

 

   La clave de todo, por supuesto, estuvo en la promesa de utilizarlo como un jugador de dos roles, que trabajara como lanzador abridor y bateador designado al mismo tiempo, pero el cuento es que al final decidió firmar con ellos y comenzar su carrera en Japón y la decisión no ha podido ser más acertada.

 

Chunichi ha tenido mucho éxito desarrollando a prospectos cubanos

 

   Otros ejemplos de éxito similares los hemos visto en años recientes con peloteros provenientes de Cuba y de la República Dominicana. Los cubanos Raidel Martínez, Yariel Rodríguez y Ariel Martínez, por ejemplo, llegaron todos a Japón a través del programa de desarrollo de los Dragones de Chunichi y los 3 lograron ascender al primer equipo y brillar a ese nivel.

 

   Los Carpas de Hiroshima también desarrollaron exitosamente a los dominicanos Rainel Rosario, Xavier Batista, Gerónimo Franzua y Alejandro Mejía, por lo que es un hecho que esa estrategia ha tenido éxito en años recientes y seguramente continuará expandiéndose en el futuro.

 

   En 2022, de hecho, 6 de los 12 equipos de la NPB tuvieron peloteros importados en sus programas de desarrollo de jugadores y todos ellos fueron latinos. 

 

   En la Liga Central, las Estrellas de DeNA tuvieron a los dominicanos Hansel Marcelino y Starlin Castro y al venezolano Yofrec Díaz; los Gigantes de Yomiuri tuvieron a los dominicanos José de la Cruz, Estamy Ureña y Julián Tima; y los Dragones de Chunichi al cubano Frank Álvarez.

 

   En la Liga del Pacífico, los Halcones de SoftBank contaron con los dominicanos Mailon Félix, Luis Rodríguez, Frankelly Geraldino y Marco Simón y al mexicano Alexander Armenta; los Marinos de Lotte con los dominicanos Sandy Santos y Jorge Peralta y los Leones de Seibu con el colombiano Jasier Herrera y el venezolano Romer Cuadrado.

 

   Puede que las cosas cambien en el futuro, pero en este momento las ligas menores de la NPB ofrecen mejores salarios y mejores condiciones de trabajo que sus pares de la MLB y eso ya ha creado un pequeño éxodo de prospectos a Japón que sólo promete agrandarse en el futuro.