Chiba, Japón. Especial - Recientemente, tuvimos la oportunidad de conversar en el Estadio ZOZO Marine de Chiba con el toletero dominicano de las Águilas de Rakuten Carlos Peguero, quien nos habló de la experiencia que ha vivido hasta ahora jugando en la NPB.
Agradecido por la oportunidad que Dios le ha dado, no podría estar más contento de estar jugando en el béisbol japonés, ni más impresionado con la bulla que hacen los fanáticos locales para apoyar a sus equipos.
El secreto de su éxito hasta ahora ha sido buscar su pitcheo en cada turno y no fallarlo, porque sabe que si lo hace no volverá a ver otro lanzamiento bueno en ese turno.
Califica la manera en la que trabajan los lanzadores nipones como muy diferente a la de sus pares occidentales, alaba el hecho de que su equipo nunca se rinde -razón por la cual está liderando la clasificación del circuito- y lo que más admira de los japoneses es lo respetuosos que son.
Este es ya tu segundo año en la liga, si bien el año pasado debutaste tarde y sólo pudiste jugar la recta final del campeonato. De cualquier forma, ¿qué tal ha sido hasta ahora la experiencia de jugar en Japón?
Tremenda. Prácticamente es una bendición de Dios, porque salgo a hacer lo que me gusta y me divierto mucho jugando pelota. Yo me siento muy cómodo aquí, si bien esta pelota es bien diferente a la que jugamos nosotros allá, pero igual estoy muy contento de estar aquí.
¿Cuál es la mayor diferencia que notas con respecto al béisbol que se juega en Latinoamérica y los Estados Unidos?
Bueno, no me había puesto a pensar en eso, pero creo que son varios factores. Los fanáticos, por ejemplo, siempre hacen bulla y no paran de cantar y apoyar a su equipo durante todo el partido. Yo creo que eso es lo que más me ha impresionado.
¿Qué te parece el hecho de que los fanáticos le cantan una canción de ánimo distinta a cada uno de los bateadores del equipo y tú, de hecho, tienes una canción propia?
Bueno, eso es algo bien importante, porque demuestra que los fanáticos le ponen mucho empeño y mucho entusiasmo a lo que están haciendo y siempre tratan de animarlo a uno. Eso me hace sentir muy bien.
Has tenido una temporada fantástica hasta ahora. Estás entre los líderes de jonrones y empujadas de tu liga y tu promedio va en ascenso. ¿Cómo te sientes al respecto?
Muy bien. Le doy gracias a Dios por esta oportunidad, porque sin su ayuda nada es posible. Me he venido sintiendo muy bien cuando estoy bateando. Estoy muy tranquilo sobre el plato y siempre me enfoco en tratar de hacer contacto con la pelota. He estado muy selectivo y paciente y me he esforzado en buscar mi pitcheo y tratar de no fallarlo cuando me lo lanzan. Ese ha sido el plan hasta ahora. Si tú vas al plato a buscar un pitcheo y lo fallas, entonces vas a tener problemas porque ese prácticamente es el único pitcheo bueno que vas a ver.
¿Qué tan distinto es el pitcheo de aquí comparado al de las Grandes Ligas y la República Dominicana?
Es muy, muy diferente. La forma en la que ellos se preparan, el wind up, la mentalidad que ellos tienen para lanzar, todo lo que hacen es muy diferente a lo que hacemos nosotros. Yo igual trato de hacer ajustes. El año pasado, cuando llegué a la liga, ese fue mi primer reto: ajustarme al pitcheo japonés y tratar de aprender lo más pronto posible cómo batearles a los lanzadores de aquí. Me enfoqué en aprender su manera de pensar, su estrategia para sacarme out, los lanzamientos que me quieren hacer y la ubicación en la que los quieren poner y eso me ayudó muchísimo. Por eso es que este año me está yendo tan bien.
Hay algo que cambió radicalmente con respecto al año pasado y es el hecho de que el equipo, en lugar de estar en el último lugar, ahora ocupa el liderato de la clasificación. ¿Cómo está el ambiente en el club con esta gran temporada que está teniendo?
Muy bueno. El ánimo está bastante alto y los jugadores están bien contentos con los resultados. Cada uno está tratando de poner su granito de arena y de jugar duro todos los días. Lo más importante para mí es que nunca nos rendimos. Hay veces que hemos estado abajo por 2, 3 o 4 carreras y a pesar de eso hemos sabido venir de atrás y ganar el juego. La gran diferencia entre un equipo campeón y un equipo que no es campeón es esa, que nunca se rinde.
¿Tienes alguna meta en particular que te quieras poner para este año?
Yo personalmente siempre vivo al día a día. Yo no soy muy bueno en eso de prepararme mentalmente y decirme a mí mismo que este año quiero hacer esto o aquello. Yo sólo trato de dejarle todo al Señor y hacer mi trabajo día a día.
Para finalizar, ¿qué te parece Japón como país, su comida, su cultura, su gente?
La gente aquí es muy respetuosa. Eso es algo que me sorprendió muchísimo desde el primer día en que llegué y que me gusta mucho. Todos son muy tranquilos y uno puede salir tranquilo a la calle sin que haya ningún problema, a diferencia del país de uno. La comida también me gusta mucho. He aprendido a adaptarme a ella, porque a uno le gusta mucho su comida dominicana, pero igual he aprendido a apreciarla. En general, estoy muy contento de estar aquí y le agradezco a Dios que me haya dado esta oportunidad.