Por segundo año consecutivo los Guantes de Oro del béisbol japonés, que honran la excelencia defensiva de los jugadores de ambas ligas en cada posición, fueron anunciados sin que ningún representante latino estuviese incluido en la lista de los ganadores a pesar de que varios reunían méritos para ser considerados.
La última vez que un jugador latino ganó un Guante de Oro fue en la temporada 2009, cuando el lanzador puertorriqueño Dicky González, que tuvo ese año la mejor temporada de su carrera, se llevó el galardón en su posición en la Liga Central.
El único otro latino que se llevó los honores defensivos en los últimos años fue el venezolano Alex Cabrera, que lo ganó como primera base en la Liga del Pacífico en 2008.
El también venezolano Aarom Baldiris ha sido, desde su llegada a la NPB en 2008, uno de los antesalistas más sólidos de la Liga del Pacífico y, sin embargo, no fue considerado este año. Los dominicanos Tony Blanco (primera base) y Máximo Nelson (lanzador) tuvieron buenas temporadas defensivas en sus respectivas posiciones, pero corrieron la misma suerte de Baldiris.
Los honores de esta campaña fueron a parar a algunos veteranos como Shinya Miyamoto, el tercera base de las Golondrinas de Yakult que se convirtió en el jugador más viejo en ganar el premio (40 años y 11 meses) y el inicialista de los Halcones de SoftBank Hiroki Kokubo, también de 40 años, quien fue seleccionado como el Jugador Más Valioso de la Serie de Japón de este año.
Ocho jugadores se alzaron con el galardón por primera vez, incluyendo al lanzador de las Águilas de Rakuten Masahiro Tanaka, ganador del Premio Sawamura de esta temporada, y los famosos novatos Takuya Asao, un relevista intermedio de los Dragones de Chunichi, y Hisayoshi Chono, el jardinero de los Gigantes de Yomiuri que fue el campeón bate de la Liga Central esta campaña.
En los próximos días se anunciaran los Jugadores Más Valiosos y los integrantes de las novenas ideales de cada circuito.
